SOBRE EL REDUCIDO...

B NACIONAL:

TORNEO REDUCIDO: TIGRE 1 - CHACARITA 0

En la agonía, Tigre llegó a la final del Reducido, por ventaja deportiva, con un gol en contra de Iñíguez tras un tiro libre de Morel.

Festejo de los jugadores de Tigre de cara a su gente. Stang, fuera de foto, había tomado la iniciativa. Morel, Lazzaro, Wilchez, el Turco (colaborador de utilería), Nicolás Torres, Blengio, Salmerón y Diz.

Ese Tigre no rugía, más allá del monopolio de gargantas en los escalones. Sus garras, limadas. Como sus piernas. Gastadas. Ese curvilíneo y venenoso tiro libre de Martín Morel, doble cinco, sentadito en el banco hasta el minuto 61, caería en el punto penal, como estaba estipulado. Caería a 6'' de clausurar, y despedir, una serie contra Chacarita que lo dejaría al Matador muerto de hambre con la heladera llena. Eran seis puntitos más en la temporada regular y la simple necesidad de un gol. La ventaja deportiva, tras el 2-3 del miércoles en Lanús, le permitía a los de Victoria llegar con lo mínimo a la final del Reducido rumbo a la Promo. Ya había metido 50 en 39 partidos de la temporada. El promedio, entonces, lo favorecía, a pesar de que el Funebrero hubiese terminado con la valla menos vencida de la 06/07. Pero el grito no llegaba. Los últimos 360 segundos de vida del equipo de Marabotto, continuador del proyecto Rivoira, encontraron a Lazzaro, Diz, Stang (bah, los altos) acechando a Bernacchia. Sin ideas, claro. Los desechos de Tigre acababan en el inodoro de Pereira, el charrúa. Hablador, rudimentario aunque efectivo, como los lujuriosos caños de Romano, extrañamente reemplazado por Aguilar... A ese limitado tándem se reducía el aguante de Chaca (del 0, claro. Por algo se despidió de su ilusión con 450'' de sequía como visitante). Y a las solitarias escapadas de un Alustiza que debió anticipar sus vacaciones por un planteo bien sólido (atrás) pero sin estridencias arriba... Sí, tan lógico como especulativo. La obligación era local. Tenía mucho a favor, más allá de la ligera aunque peligrosa diarrea que sufrió en los últimos dos juegos (Instituto y la ida con Chaca). Pero... Fallaba. Con Cagna DT, miedo escénico en una instancia final, imposible. ¿Y los jugadores? Wilchez, seducido por Simeone para regresar a Estudiantes, jugó con una piedrita en el botín. Sólo despertó para meter tres pases gol: uno a Salmerón y dos a Diz. Así y todo, aun con un tiro en el palo del Pupi, el áspero cuento no variaba. Encima, Juan Pablo Pereyra, el pibe que —en Arias y Guidi— permitió que Tigre se envalentonase, que llenase 3/4 de cancha, estaba suspendido (quinta amarilla)... Hasta que el tiro libre de Morel, centro con rosca, no lo encontró a Lazzaro. Ni a Diz, ni a Stang. Ni a Salmerón, ya guardado. Ni a Pereyra, claro. La bocha terminó en Iñíguez, pobre, en una peinada que dio en el palo, entró, y enterró al Funebrero de cabeza. Aunque el Matador lo celebró con Martín, verdadero ganador Morel...


FINAL SEGUNDO ASCENSO: HURACAN 1 - SAN MARTIN (SJ) 0

Milano clavó un tiro libre a lo Riquelme y por él, Huracán puso una gran mano de nocaut en la primera final por el segundo ascenso. "Ojalá sea el de la vuelta", tiró.

El impecable gesto técnico de Mauro. Fue un golazo.

El primer paso está dado para este Huracán que busca horizontes de Primera desde hace tiempo. Ojo, fue cortito, no tan convincente. La final está abierta, sobre todo porque en San Juan, San Martín seguramente será otro equipo. De todas maneras, la alegría del Globo está fundamentada con un 1-0 que le pasó la presión al de Cuyo, ya que debe ganar sí o sí el sábado que viene para no sacar boleto directo a la Promoción. Y, sobre todo, está fundamentada con un petiso tremendo, que corre, gambetea y le pega con un guante. Lo había sufrido Aldosivi en un partido que fue clave para la clasificación a esta instancia. Y en la final por el segundo ascenso, Mauro Milano volvió a cumplir con su derecha. Acarició la pelota en un tiro libre y abrió un resultado que estaba cerrado en una noche de pura neblina.

Huracán pisó mejor desde el vamos por el propio protagonismo de estar en su casa. Se sabe que en este tipo de partidos el resultado que se logra de local suele ser clave. Entones, un 3-3-2-2 para ganar el medio, abrir la cancha y tratar de buscar al hombregol: Larrivey. Sólo funcionó una parte. Hubo ratos de buena circulación, pero el Bati no entró casi nunca en el circuito y entonces la pimienta que el Quemero tuvo en otras ocasiones esta vez no condimentó la historia. San Martín fue inteligente para no perder el orden, cerrar espacios y tratar de exprimir la contra. Su ideología fueron pelotazos frontales y, en menor medida, combinaciones de los volantes para llegar por el medio. Poco para ganar.

El Globo no encontró el camino hasta que una falta tonta sobre Solana le sirvió la mesa a Milano. Nadie dudó de quién debía ser el pateador de ese tiro libre pegadito al área. El que tampoco dudó fue el petiso para darle de derecha y clavarla allá arriba, inatajable para Monasterio, perdido en la neblina (imagen parecida al gol de Riquelme al Cúcuta). Con ese zapatazo, se suponía que se iba a abrir el juego. Pero apenas. Teté Quiroz trató cambiando figuritas pero la película no varió demasiado. Aunque hay que señalar que Plaza se perdió el empate de manera increíble en el cierre del partido.

Para demostrar que sirve ganar más allá de la diferencia, el Turco metió a Goltz, ya con el 1-0, para armar una línea de cuatro que al menos le garantizara la mínima. Y su equipo le dio sólo ese gusto, porque no demostró que merecía una ventaja superior como para encarar lo que se viene con más tranquilidad. La paridad de rendimientos se rompió por un tiro libre delicioso de Milano, quien volvió a sacar a la luz que en estas instancias pesan muchísimo las individualidades. Esta vez, el 7 del Globo hizo un poema con su derecha y encendió las ilusiones de un pueblo que respira B Nacional desde hace rato pero anoche empezó a percibir un vientito de Primera División.

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PRIMERA B:

FASE FINAL

En el Morón que pelea se destacan dos apellidos heavy: Malbernat y Stagliano.

Rodrigo Malbernat y Lucas Stagliano analizaron al Gallo. El primero es periodista.

Despacito, lentamente, Deportivo Morón se fue metiendo en la lucha por el ascenso. Con nombres de linaje de Primera, como Sergio Luque y Vicente Principiano, entre otros, el Gallo infla el pecho, orgulloso por los jóvenes que apuntalan al equipo. Motivos le sobran, por los debuts que pudo apreciar en el final del torneo. Cargando apellidos pesados, en este rincón, con 21 años, Rodrigo Malbernat, sobrino de Cacho, gloria de Estudiantes de La Plata; con 19, Lucas Federico Stagliano, hijo del Tano, histórico héroe moronense. Juntos, analizaron con Olé este presente de la formación dirigida por Salvador Daniele, coincidiendo: "Este plantel puede ascender".

Sin que medie pregunta, los dos se encargan de contar cómo es la convivencia con la historia que arrastran sus apellidos. "Lo vengo sobrellevando desde chiquito. Pero lo gracioso es que cuando estaba en Estudiantes salía en todos los medios, que soy hijo de Cacho, je. Por suerte uno puede mostrar que no juega por el apellido", analiza Malberbat, hábil volante izquierdo y crítico periodista deportivo en ciernes. Su socio añade: "En Morón tengo presión y trato de que digan que soy Lucas y no el hijo del Tano. Al Viejo lo adoran, fue ídolo. Igual es lindo tener un padre así. Y me dicen Tano, claro, je".

Conocedores de multitudes ("me tocó jugar en Reserva los Estudiantes-Gimnasia", cuenta Malbernat), no dejan de asombrarse por el hecho de que Morón ha tenido que actuar sin público. "Los muchachos me contaban que contra Temperley no sabían si valía el gol que metieron, porque nadie lo festejaba afuera", recuerda Stagliano. Caras nuevas en la formación de Daniele, acostumbran moverse juntos. Por eso, Malbernat, visión periodística a flor de piel, chicanea: "Le dije que si tenía el grabador, la nota se la hacía yo".

—Despuntá el vicio: analizá al equipo.

—Je, me gusta ver cómo juegan los equipos, cómo se paran los jugadores. Quizá no sea tan loco de hacer un informe pero me gusta. De Morón puedo decir que su prioridad siempre es tratar bien la pelota y buscar ganar el partido donde sea y ante cualquier rival. Eso es importante.

—¿Y ascienden?

—Malbernat: Hay chances.

—Stagliano: La ilusión está y este grupo no la quiere dejar pasar.

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PRIMERA C:

B. CENTRAL 2 - ARGENTINO (R) 6

Fiel a su paternidad, Argentino de Rosario apabulló a Barracas Central y logró clasificarse a la Promoción.

Godoy ya metió el quinto gol. Muller y Chacón lo festejan.

Suele decirse que cada partido recrea una historia nueva y que los antecedentes deben dejarse a un costado. Pero, en esta ocasión, a una semanita del Día del Padre, Argentino de Rosario le tiró por encima la historia y amplió aún más la paternidad sobre Barracas Central, al que le lleva 12 partidos de ventaja. ¿El regalo? Aunque sea por anticipado, recibió el pasaje para jugar la Promoción, donde lo espera Cambaceres.

Pero para que los rosarinos recibieran dicho obsequio, el Camionero debió entregar otros tantos durante el transcurso del duelo. Tal vez por confiarse de la diferencia que había sacado en el encuentro de ida (3-2) o por simples distracciones, el sueño de clasificar se desvaneció en la primera etapa. Argentino, que había caído en los tres últimos partidos ante el team de Jorge Franzoni, fue una tromba y se lo llevó por delante. Módica se convirtió en el equilibrista de este equipo, el hombre capaz de barrerse en la más brava y de hacer la pausa en el momento justo. A su lado, Godoy se comió la cancha y el doble enlace, con Chacón y Bertollo, aceleró la marcha y liquidó el partido.

Que tuvo fortuna y oportunismo no se discute. En absoluto. Pero si dio vuelta el marcador y recibió el regalito siete días antes, fue porque hizo los deberes como un padre ejemplar.